jueves, 9 de febrero de 2012

Capítulo 37


Me gusta, me apetece y me provoca
todo lo que me hace pensar en ti
me gusta que me beses en la boca
y dejes tu sabor muy dentro de mí.


Doce y media de la mañana y Ana, la empleada de casa, fue hasta mi cuarto para decirme que ya estaba lista la comida, raro que comamos tan temprano pero bueno. Me levanté por que no quería que mi papá coma solo, además es uno de los pocos momentos del día que lo veo, ya sea por que trabaja mucho o por que yo últimamente no ando mucho en casa. 
Baje así no más, con mi pijama puesto. Y si, la verdad cero ganas de cambiarme. 
Lali: hola papito -dije abrazándolo- cómo andas?
Carlos: muy bien. Te gustan los sorrentinos de verdura no?
Lali: si
Carlos: es lo que cocino Ana
Lali: que genia! -dije riendo-
Carlos: ella se va a hacer unos trámites así que tengo que cocinar yo
Lali: pero es poner los sorrentinos al agua nada más, no te quejes!
Carlos: -se ríe- sabes que odio la cocina
Lali: si
Carlos: volviste como a las seis y media de la mañana
Lali: si, cómo sabes?
Carlos: por que me asome a la ventana, y vi que te trajo Peter
Lali: si
Carlos: si, eso me vas a contestar?
Lali: si, -dije sonriendo- no se que más queres que te diga
Carlos: son novios nuevamente?
Lali: no, novios es una palabra muy amplia. Estamos volviendo a salir digamos,
Carlos: ah, ahora se le llama salir?
Lali: si -dije riéndome- sos medio antiguo vos!
Carlos: bueno pero las personas antiguas le llamábamos de otra forma
Lali: bueno voy a poner los sorrentinos mejor. -dije parándome de la mesa-
Carlos: sos reservada hija -comentó riéndose- igual déjame decirte que me encanta para vos, hacen muy linda pareja
Lali: bueno gracias -comenté un poco tímida-

Me gusta acariciarte los cabellos
me gusta la dulzura de tu voz
me gusta adormecerme así en tu pecho
me gusta descubrir contigo el amor.


Comimos tan rico, es que como la salsa de Ana no hay. Mi papá después subió a acostarse, y si era lo que hacía básicamente un domingo. Igualmente le dije que si llegará a bajar que me avise por que iba a venir una visita, no le dije ni un nombre.. pero sé que él se daba cuenta de que se trataba de mi "saliente Peter". 
Fui a mi cuarto a cambiarme mientras escuchaba algo de música. Mientras también hable dos minutos por teléfono con mi amiga Cande, que me contaba que ya se sentía un poco mejor, ya que anoche no se sentía muy bien.
Tres de la tarde escucho el timbre así que baje con mi jeans puesto, con una remera negra y encima de ella una remera más cortita blanca, estaba bien para estar entre casa. Lo recibí a Peter con un abrazo y un beso, y fuimos hasta el living a tomar un rico maté que se encargo de hacer él.
Lali: muy rico la verdad, y eso que no me gusta mucho con azúcar
Peter: es que lo hice yo, tienen garantía de éxito los mates
Lali: bueno, creído.com sos?
Peter: algo así -dijo riendo-
Lali: no sabes..
Peter: qué paso?
Lali: mi papá vio que me trajiste ayer a casa
Peter: y? me quiere matar?
Lali: no, todo lo contrario me preguntó si habíamos vuelto, y además me dijo que hacíamos una linda pareja
Peter: viste! para no creérmela hasta a mi suegro le caigo bien
Lali: bueno tampoco es tu suegro, todavía no somos nada
Peter: falta que firmes vos. -dijo guiñeándome el ojo-
Lali: para qué? si así estamos más que bien, sin títulos y sin compromiso. Bah compromiso digamos que si, por que vos no podes estar con nadie que no sea yo, escuchaste no?
Peter: y vos tampoco
Lali: yo no, soy una santa señorcito
Peter: bueno -se empezó a reír- santa santa no sos tampoco
Lali: qué querés decir?
Peter: que tampoco sos una monja Lali
Lali: bueno una monja no, pero una santita por ahí si..
Peter: -me da un beso-

Me gusta ver tu piel desnuda
y tus caderas al andar
me gusta la infantil locura
que envuelve tu vida y tu verdad. 

Peter: hay alguien acá?
Lali: si, mi papá, por?
Peter: nada por que escuche un ruido
Lali: que ruido?
Peter: nada, me pareció pero no escucho más nada
Lali: ah bueno -le doy un beso- querés que cocine un.. -me quedé unos segundos tildada- Peter es mi papá el que esta gritando!

Me gusta que me pierdas el respeto
y te vuelvas salvaje como yo
contigo me siento un hombre completo
sin ti soy como un barco a la deriva y sin timón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario